viernes, 5 de noviembre de 2010

Dios ha muerto!!!


Dios está muerto. 
¿Quién lo mató? 
¡Nosotros!


Nosotros lo localizamos y lo confinamos a los Cielos, excluyéndolo de la Tierra. Nos atrevimos a hacer imágenes de Él. Le dimos al Antiguo de los Días una larga barba gris y forma humana. Le dimos Su papel al principio de la creación, con raras intervenciones aquí y allá en la historia. Sólo le concedimos como "Actos de Dios" los desastres extraños y caprichosos que las compañías de seguros no cubren. Restringimos su culto a edificios de piedra viejos y expuestos a corrientes de aire, uno de cada siete días.

 Le dimos a Quien no tiene forma conocida, una forma humana, y cuando un ser humano mortal nos recuerda de la trascendencia de Dios, elevamos a dicho hombre a un nivel de deidad.
Nuestros científicos robaron Sus leyes, un plagio directo. Los planetas se habían movido en órbitas elípticas durante millones de años antes de que Newton "descubriera" las Leyes del Movimiento. Careciendo de un Ser Supremo, elevamos la Naturaleza a una posición que no le correspondía. Y luego nos dedicamos metódicamente a conquistar dicho poder, devastando la tierra, el mar, nuestros alimentos y el aire mismo que respiramos.
Una vez satisfechos de que nos habíamos deshecho de Dios, revivimos una asamblea de dioses menores que hubieran confundido a los Griegos, apenado a los Romanos y que son la envidia de los Hindúes. Desdeñamos el culto y la oración, y sin embargo pasamos la vida en miles de rituales vacíos, adorando y propiciando una multitud de dioses amigables y hostiles. Pasamos vidas enteras dedicados a comer y a beber. ¿Acaso no es esto un culto?

Nos hemos comprometido a gastar la mayor parte de nuestra vida haciendo dinero, y con eso convertimos al dinero en nuestro dios, pues ningún monje ascético en su pequeña celda mostró jamás una devoción tan completa. Hemos restituido el antiguo ídolo de la sexualidad voluptuosa, y su núbil forma agracia nuestros diarios, películas, paredes y sueños. Dicho ídolo, en cambio, nos ha recompensado con enfermedades venéreas, su hermana el SIDA, y una desintegración social a una escala sin precedentes. Somos demasiado orgullosos para hacer reverencias ante Dios, pero nos arrastramos de rodillas frente al gerente de banco cuando tenemos problemas con la hipoteca. De hecho, estamos viviendo nuestra vida para poder comprar nuestra casa, como el Faraón que dedicó su reino entero a construir su tumba piramidal.
Junto con Dios murieron el Cielo y el Infierno, y en su lugar colocamos la tierra de fantasía del "nunca-jamás" de los gráficos por computadora y su burdel de comida rápida completamente automatizado, con calefacción central y vidrios dobles, que desafortunadamente tiene el terrible potencial de transformarse en el Archipiélago de Gulag, las masacres genocidas y la tiranía estatal como una forma de vida.
Así que Dios está muerto. 
Nosotros lo matamos.

Y no obstante el Dios que matamos de todos modos no existe. El Dios uno-de-tres no existe. El Dios anciano de barba gris no existe. El Dios remoto por encima de los cielos no existe. El Dios de este o aquel pueblo no existe. El Dios que envió a Su hijo no existe. El Dios como avatar que vendrá de vez en cuando a salvar a la humanidad no existe.

No existe un dios, sino ESO más allá de todos los mundos, de todas las definiciones, de todas las religiones, de todas las filosofías, más allá del Gita, más allá de la Biblia, más allá del Korán, más allá de todo pensamiento mortal y concepción humana.
ESO es Uno. 


ESO no está localizado en lugar alguno, pues si ESO lo estuviera, estaría limitado y por ende no sería divino. ESO no tiene forma, pues ESO es el originador incansable de todas las formas. ESO crea eternamente al cosmos entero y ESO sustenta cada fotón, átomo, célula y objeto cuasi-estelar a cada instante. Sin ESO no existen. ESO sustenta cada cosa viviente, cristiana, judía, hindú o atea. ESO no es el Señor de los árabes, los judíos o los cristianos, sino el Señor de los Mundos, de todos los seres y de todo Ser.

Nada se parece a ESO, ninguna imagen o concepto, y sin embargo ESO es el Oír, el Ver. ESO no tiene un hijo, pues el hijo de ESO tendría que ser un dios con poder ilimitado, y es imposible que existan dos seres omnipotentes, pues se limitarían uno al otro. Cualquier cosa limitada no es un dios.

ESO es terrible poder y fuerza, y sumblime misericordia y compasión. ESO está muy elevado y sin embargo ESO es inservible, pues si ESO fuera útil para algo, —para una Meta, un propósito, un destino— la Meta, el propósito, el destino sería más elevado que ESO, y nada es más elevado que ESO.
Dios está muerto. ESO ES, lo Viviente que no muere. ESO es el Infinito y no hay nombre que pueda nombrarlo... 
...ni siquiera ESO.


por Sandeep Chatterjee
Traducción de Cheryl Harleston

8 comentarios:

  1. Excelente jejeje. me recuerda a lo que analizaba en estos días de que "Dios es Inútil" :).

    muy muy bacansito está. muestra la ridiculez de la visión mítica de Dios, y la aun mayor pendejada del Dios materialista (Dinero) y apunta a un Dios Panteísta Impersonal que no es Diferente a la Vida misma.

    Gracias :)

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  2. Muy acertada la reflexión.
    Nunca como estos días ha estado vigente Feuerbach, aquél que dijo "es necesario convertir la teología en antropología", porque así pondremos al Ser Humano un espejo ante su deleznable cara. Se mirará y sólo verá moneditas... pues su vida es calderilla.

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  3. Saludos cordiales.

    Lo que tiene que morir, tiene que morir.

    Atentamente
    Erick Bojorque

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  4. Dios es la nada, la verdad que es una teoria curiosa.

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  5. Saludos cordiales.
    Elizabeth.

    Quisiera desearle una hermosas navidad y un año lleno de conquistas y plenitud en su vida.

    Atentamente
    Erick Bojorque

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  6. Saludos hermosa.

    Podríamos decir cualquier oxímoron sobre Dios, pero al final nadie refutaría por incertesas. Sin embargo pensar en la inutilidad de Dios sería más que un válido oxímoron, un Truismo.

    Excelente publicación

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  7. Vaya que contradicción de texto, con todo respeto,hay puntos que tocaste que aclarar, Dios y su hijo SON EL MISMO,te contradices al llamar ESO a alguna fuerza sobrenatural y con eso estás reconociendo profundamente que Si tienes un Dios, tu debilidad se refleja en este escrito por muchas razones y hay algo de mas que la razón incrustado en tu pensamiento, otra cosa; en este texto TODO lo que tu estuviste criticando fue a UNA SOLA RELIGIÓN la verdad yo veo un resentir profundo con la religión católica porque apuntaste a eso durante todo el escrito, yo no soy adivina. Me gustaron muchas cosas de tu escrito también, tienes razón al nombrar la sarta de idioteces que ha hecho el hombre con la deidad de Dios, yo no soy catolica y tampoco creo en el Dios padre, Dios hijo y Dios espiritu Santo, yo no adoro imagenes ni santos hombres. Yo tengo un solo Dios, y si aquí la discordia es entre razón y fe, te puedo decir. Yo tengo 5 razones para demostrarte que Dios existe y que es uno solo, él no tiene imagen humana y en cambio a lo que dice tu texto sobre los cultos, Yo asisto a cultos de verdad,donde la presencia de Dios se siente y el razonamiento humano deja de dudar. te invito a creer y confiar en uno solo. Adios!

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  8. Hola! Te aclaro que el texto no es de mi autoría, y bueno, si lo compartes o no, es tu decisión y tendrás tus razones para hacerlo. No es que esté resentida con la iglesia católica por algo personal, sino que si eres una persona que razona y tiene más de dos dedos de frente se da cuenta de la mentira que son las religiones, en especial la católica, y si depronto pasaste por el colegio y medio se te quedó algo de historia entenderás el retraso, el daño y la muerte que esa religión ha causado a la humanidad. Por tanto, no es MI resentimiento, es mas bien un descontento, y por cierto, que deberiamos tener todos, para así dejar de crer en mitos estúpidos e instituciones putrefactas.
    Pd: Me gustaria conocer tus cinco razones que prueban la existencia de Dios.
    Pd2: Genial que asistas a cultos que te hacen sentir la "verdad"
    Pd3: No hay necesidad de invitar a nadie a creer, la creencia no se impone ni se incita, la creencia nace, por eso estamos como estamos, por eso la historia ha estado manchada con tanta sangre, porque siempre queremos imponer nuestras creencias al otro y otros. Saludos

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