miércoles, 29 de septiembre de 2010

Sin Nombre...




Abriendo los ojos a lo desconocido,
en mis oídos sonidos de selva y tambor,
me adentraba a un nuevo mundo.
¿Real? no se, ¿Quién sabe?.
Era un mundo de figuras coloridas, de sensaciones incorpóreas...
Era el mundo de las ideas.
El mundo al que acudían mis antepasados
para saber,
para contactar con el Gran Espiritu,
con la sabiduría, con el misterio,
 Para buscar eso que todos en menor o mayor medida buscamos.

Fue entonces como desde ese mundo percibí la vida,
esa inmensidad de vida que te muestra la muerte,
Esa vida que vivimos pero no vemos, que sentimos sin sentir.
Esa vida que ignoramos por el afán de sobre-vivir,
ese mismo afán que nos lleva a caminar en este nuestro mundo
 como muertos en vida.

2 comentarios: